En este blog nunca nos cansaremos de repetir cuáles son las propiedades y beneficios del aceite de oliva y lo mucho que se aprecia en la cocina mediterránea y, cada vez más, en los fogones internacionales.

Pero como las cosas hay que demostrarlas, vamos a ponernos prácticos y… ¡manos a la obra! ¡O a la masa! Empezamos con este post una serie de recetas (algunas serán más tradicionales y otras totalmente vanguardistas) en las que el oro líquido de los campos será, cómo no, el ingrediente estrella.

Comenzaremos sugiriéndote un plato muy sano y bastante fácil de preparar, que tendrás listo en una hora o menos: la crema de brócoli.

[Por cierto: ¿te atreves con un helado de aceite de oliva para el postre? Aprende cómo hacerlo visitando este enlace]

¿Qué necesitas?

Primero lo primero: los ingredientes. Aquí van:

Para cuatro personas.

6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra (¡por supuesto!)
2 zanahorias medianas cortadas en taquitos
1 ramo de apio cortado en taquitos
1 cebolla cortada en cubitos
2 dientes de ajo, picado
4 tazas de caldo de pollo
2 patatas medianas cortadas en cubos grandes
1 cabeza de brócoli
Sal y pimienta al gusto
15 gramos (2 cucharadas) de harina integral de espelta o trigo
2 tazas de leche de vaca entera
1 taza de queso rallado

¿Cómo prepararla?

¡Vamos al lío! En primer lugar, echa en una olla grande 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra a fuego medio y añade la cebolla, las zanahorias, el apio y el ajo. Deberás rehogarlo todo unos 4 minutos.

A continuación, añade las 2 tazas de caldo, las patatas y un poco de sal. Es el momento de subir el fuego hasta que hierva, y entonces echa el brócoli. Tapa la olla, y ponlo a fuego lento unos 15 minutos.

Si lo ves conveniente, puedes añadir una taza más de caldo. Deja que se cueza durante aproximadamente 5 minutos más. Antes de retirarlo del fuego asegúrate de que todas las verduras estén tiernas.

En una sartén, deposita las otras 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y ponla al fuego. Añade la harina integral, y remueve la mezcla sin parar mientras vas vertiendo la leche poco a poco. La masa tiene que quedar espesa y sin grumos. Ponle sal y pimienta y continúa removiéndolo.

Esta mezcla deberás añadirla a la sopa de verduras y dejar que se cocine todo unos minutos más.

Apártalo del fuego y, si notas que está soso o salado, es el momento de añadir más sal o de aligerarla añadiendo más caldo.

¡Y listo! Sírvela y decórala con queso a tu gusto.

¡¡Que aproveche!!

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