¿Tiras el aceite por el fregadero? ¡Mal hecho!
Pese a que cada vez tenemos más conciencia de la importancia de reciclar el papel, el vidrio, el plástico… Pese a que cada vez somos más sensibles al cuidado de nuestro medio ambiente, el reciclaje del aceite de cocina es una de las asignaturas que todavía tenemos pendientes.
Cada año se generan en España alrededor de 150 millones de litros de aceite alimentario usado. Sólo un tercio de este sobrante va a las plantas de reciclaje. El resto acaba en nuestros mares y ríos, adonde llegan desde las alcantarillas. Eso, claro está, siempre que antes no se solidifique en nuestras tuberías, provocando importantes daños al sistema de saneamiento y desagüe.
Y fíjate en este dato: un solo litro de aceite usado podría llegar a contaminar hasta mil litros de agua. Imagina todo el daño que podemos hacer al planeta si seguimos desechando despreocupadamente este alimento.
Y esto no sólo es responsabilidad nuestra como consumidores, sino también del sector de la hostelería y de instituciones como colegios, universidades, hospitales, etc.
Un proceso fácil y asequible
Descartada la opción de dejarlo ir por el sumidero, tenemos varias posibilidades para reciclar el aceite que ya no podamos usar más en nuestra cocina. En la mayoría de ciudades y pueblos de nuestro país existen puntos limpios a los que podemos (y debemos) llevar nuestro aceite usado, a ser posible en un envase bien cerrado y preparado para tal efecto. Puedes emplear un embudo para ir pasando el aceite hasta llenar por completo el recipiente.
Además, hay ayuntamientos que ofrecen un servicio de recogida periódica de residuos, un recurso que también podemos aprovechar para dejar el aceite que ya no nos sirve.
Incluso, como tercera opción, algunas comunidades de vecinos cuentan con contenedores especiales, normalmente ubicados en los garajes comunitarios o en otras zonas comunes del edificio.
Finalmente, estos puntos de recogida también suelen ubicarse en mercados, supermercados y centros comerciales.
Por otra parte, bares y restaurantes cuentan con un servicio de recogida a demanda, por lo general gestionado por las administraciones locales, para hacerse cargo de las grandes cantidades de producto que suelen generar estos locales.
Y después, ¿qué?
El aceite reciclado tiene generalmente una segunda vida. Normalmente acaba sirviendo como biocarburantes para algunos tipos de vehículos y máquinas, conocido como biodiesel. Asimismo, se emplea para elaborar jabón, detergente, ceras y barnices industriales.
¿Te das cuenta de todo lo que puedes hacer por nuestro ecosistema y nuestra propia salud con un solo gesto y un poquito de constancia? ¡A reciclar!