Tal vez. Al menos esta es una hipótesis con la que están trabajando los científicos.
Un estudio realizado por especialistas de la Facultad de Medicina Lewis Katz de la Universidad de Temple, en Filadelfia (Estados Unidos) ha demostrado que el AOVE ayuda a proteger la memoria y mitigar el Alzheimer en ratones de laboratorio.
El hallazgo, publicado en la revista Aging Cell, gira en torno a la acumulación perjudicial en nuestro cerebro de una variante nociva de las proteínas llamadas tau, relacionada con la aparición del Alzheimer y otros tipos de demencia.
A estas enfermedades se las conoce en su conjunto como tauopatías, y no son otra cosa que la disminución cognitiva y el deterioro de las funciones mentales que acaban desembocando en la aparición del Alzheimer.
¿Qué aporta el aceite de oliva?
El AOVE, según este estudio, es capaz de anular en ratones el avance de la demencia frontotemporal, un tipo específico de tauopatía.
Para realizar el estudio, se incorporó aceite de oliva a la dieta de ratones destinados a padecer tauopatías. La acumulación de proteínas tau dañinas es similar a la que se produce en las personas enfermas de Alzheimer. Tras seis meses sometiéndolos a dieta con aceite de oliva, se demostró que esta sustancia había disminuido en un sesenta por ciento en comparación con otra camada de ratones cuyos miembros no habían probado este alimento.
Además, los animales en la dieta de AOVE también obtuvieron mejores resultados en las pruebas de memoria y aprendizaje que los animales privados de AOVE. La sinapsis (el proceso de comunicación entre las neuronas del cerebro) era mejor en estos ratones y sus funciones de memoria y aprendizaje apenas se habían deteriorado. Los autores del estudio creen que esto se debe a la complexina-1, una proteína contenida en el aceite de oliva.