En este post aprenderás todo lo que el aceite de oliva virgen extra puede hacer por la salud y el aspecto de tu piel.

Aplicado sobre determinadas zonas del cuerpo, el AOVE resulta un estupendo aliado para mantener la piel más saludable y, lo más importante, sin tener que utilizar aditivos químicos que podrían dañarla o acelerar su deterioro.

Por ejemplo, puede resultar un eficaz remedio contra la sequedad de la piel, contribuyendo a hidratarla de forma natural. Es especialmente beneficioso en codos, manos, rodillas y pies, y es tan fácil de aplicar que basta simplemente con usar un trozo de algodón limpio ligeramente empapado en aceite después de haber masajeado la zona con una esponja expfoliante.

Asimismo, puede serte muy útil para curar y cicatrizar pequeñas heridas, e incluso para aliviar las quemaduras leves producidas por la exposición al sol, ya que ayuda a la piel a retener su humedad natural, sin olvidar que sus nutrientes poseen propiedades reparadoras y regeneradoras.

Como ya hemos dicho en otros artículos de este blog, el aceite de oliva es un potente antioxidante que ayuda a prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares relacionadas con la edad. Pero estas cualidades también las aprovecha la piel, ya que los ácidos grasos naturales y las vitaminas E y K que aporta permiten mantener su elasticidad y suavidad natural, las cuales se van perdiendo con los años o se deterioran por culpa de los factores ambientales que provocan el envejecimiento prematuro.

Un consejo: si vamos a poner aceite directamente sobre la piel, lo más recomendable es emplear la variedad virgen extra. Es el de mayor calidad, pues al haber sido obtenido mediante presión en frío se garantiza su pureza y, sobre todo, que no pierda ninguno de sus nutrientes.

En principio, no hace falta utilizar grandes cantidades de aceite ni un envase especial. Basta con aplicar un poco con nuestras propias manos o con un trozo de algodón.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que, al ser una sustancia tan grasa, la piel no lo va a absorber de inmediato. Por lo que es importante esperar hasta que se seque bien por sí mismo y que a nuestro cuerpo le dé tiempo a asimilarlo.

Por ello, quizá, el mejor momento para usarlo sea la noche, antes de irnos a la cama, porque además es cuando nuestra piel estará en mejor disposición para absorberlo, y tendrá más tiempo para ello.

El aceite de oliva también alivia el picor de la piel cuando esta sufre algún tipo de hinchazón o irritación causadas por enfermedades cutáneas o por simples picaduras de insectos.

Si lo que preferimos es emplearlo como crema hidratante por todo el cuerpo, lo mejor es hacerlo después de ducharse y, eso sí, dejar que se seque bien antes de vestirnos.

Usado en la cara, ayuda a prevenir la formación de arrugas bajo los ojos. Pero hay que extenderlo con cuidado, porque los ojos y su contorno son una zona bastante sensible. Por eso es recomendable aplicar solamente una pequeña cantidad con las yemas de los dedos y masajear la zona con suavidad. El mejor momento para hacerlo es antes de irse a dormir.

Para acabar, quizás sepas que el aceite de oliva virgen extra es uno de los desmaquilladores naturales más efectivos y menos dañinos. Simplemente basta con empapar un poco de algodón en aceite y aplicarlo en los párpados. Pero, eso sí: nuevamente hazlo con mucha suavidad para que no dañe la piel ni se introduzca en los ojos.

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